sábado, 25 de octubre de 2025


Área Metropolitana del Valle de San Nicolás: Entre los Mitos, los Retos y la Esperanza

Por décadas, el Oriente Antioqueño ha sido una región de contrastes: pujante en su economía, rica en cultura, diversa en su geografía, pero también fragmentada en su planificación territorial. Hoy, la propuesta de conformar el Área Metropolitana del Valle de San Nicolás (AMVSN) se presenta como una oportunidad histórica para superar esas divisiones y avanzar hacia un modelo de desarrollo más articulado, justo y sostenible.

Como ciudadano y psicólogo comunitario, observo con esperanza —y también con sentido crítico— este proceso que involucra a ocho municipios: Rionegro, Guarne, El Carmen de Viboral, El Santuario, La Ceja, El Retiro, La Unión y San Vicente Ferrer. La iniciativa busca integrar esfuerzos en temas clave como movilidad, servicios públicos, seguridad, salud, medio ambiente y desarrollo económico. Pero también ha despertado temores, resistencias y una ola de mitos ideologizados que merecen ser desmontados con argumentos y pedagogía.

Los beneficios reales: más allá del discurso político

La creación del AMVSN permitiría:

  • Planificación territorial conjunta, evitando la improvisación y el desorden urbano.
  • Autoridad única de transporte, que mejore la movilidad regional y la conexión con el aeropuerto José María Córdova.
  • Red Metropolitana de Salud, fortaleciendo hospitales y atención primaria, especialmente en zonas rurales.
  • Protección ambiental coordinada, con planes de conservación, gestión de residuos y un “Cinturón Verde” para preservar ecosistemas.
  • Impulso económico, mediante el fortalecimiento del Distrito Agrario, el turismo sostenible, el emprendimiento y la atracción de inversión nacional e internacional.
  • Educación y vivienda digna, con programas integrados que respondan a las necesidades reales de la población.

Estos beneficios no son promesas vacías. Están respaldados por experiencias exitosas en otras regiones del país, como el Valle de Aburrá, Bucaramanga y Barranquilla, donde la figura metropolitana ha permitido avanzar en proyectos de impacto regional sin sacrificar la autonomía municipal.

Los mitos que distorsionan el diálogo

Lamentablemente, el debate ha sido contaminado por narrativas que buscan sembrar miedo y confusión. Algunos de los mitos más recurrentes incluyen:

  • “Cornare desaparecerá”: Falso. La autoridad ambiental seguirá operando con sus competencias intactas.
  • “Se crearán nuevos impuestos”: Falso. Cada municipio conserva su autonomía tributaria.
  • “Los acueductos veredales serán eliminados”: Falso. Estos sistemas comunitarios seguirán funcionando y podrían fortalecerse.
  • “Rionegro dominará a los demás municipios”: Falso. El modelo de gobernanza propuesto garantiza participación equitativa y decisiones por consenso.
  • “Se convertirán municipios en rellenos sanitarios”: Falso. La disposición de residuos está regulada y planificada con sostenibilidad.

Estos mitos, muchas veces promovidos desde sectores ideologizados, no solo desinforman, sino que obstaculizan el diálogo democrático que la región necesita.

Un llamado a la conciencia ciudadana

La consulta popular convocada para el 9 de noviembre será un momento clave. No se trata de votar por una ideología, sino por una visión de futuro. La región enfrenta desafíos que ningún municipio puede resolver solo: crecimiento urbano desbordado, presión demográfica, déficit en infraestructura, inseguridad, deterioro ambiental. La solución está en la integración inteligente, no en la fragmentación.

La figura del Área Metropolitana no es una imposición, sino una herramienta para construir juntos. Requiere diálogo, participación, transparencia y corresponsabilidad. Como ciudadanos, tenemos el derecho —y el deber— de informarnos, debatir con altura y decidir con libertad.

Pensar en grande, actuar con sentido humano

El Oriente Antioqueño tiene todo para convertirse en una región modelo: economías dinámicas, talento humano, riqueza natural y una identidad cultural profunda. Pero para lograrlo, debemos superar los miedos, desmontar los mitos y abrazar el cambio con responsabilidad.

La Gestión Administrativa en el SER, como enfoque ético y comunitario, debe estar presente en cada decisión. No se trata solo de infraestructura o cifras, sino de mejorar la vida de las personas, de cuidar el territorio, de construir comunidad.

Cordialmente,
Efraín Gallego Castro
Psicólogo Social Comunitario – UNAD
📧 efraingc9@gmail.com

Formación académica:

  • Magíster en “Teoría y Práctica de la Prosocialidad y Aplicaciones de la Logoterapia” – UAB
  • Magíster en Psicología Comunitaria – UNAD
  • Especialista en “Política y Protección de la Familia, con énfasis en Conciliación” – UCO
  • Especialista (en curso) en Salud Mental Comunitaria – UNAD

 

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