Viktor
Frankl y la Logoterapia.
Biografía
Víktor Emil Frankl, nace el 26 de marzo de 1905. Hijo de Gabriel Frankl
y Elsa Lion, es el segundo de tres hermanos; Walter, el mayor de los hermanos,
nació dos años y medio antes que Víctor y Stella, la menor, nació cuatro años
después.
Su padre fue un gran trabajador que llego a ser Ministro de Asuntos Sociales.
Viktor, era un niño más bien frágil que se interesaba más por hablar
sobre ideas que por jugar. En su niñez, el sentimiento de
amparo no le vino a través de reflexiones y cavilaciones filosóficas, sino más
bien del entorno en que vivía. Tendría cinco años, cuando despertó y mientras
todavía mantenía los ojos cerrados, lo invadió un sentimiento de inmensa
felicidad y bienaventuranza de estar amparado, custodiado y protegido. En
cuanto abrió los ojos, su padre se encontraba inclinado hacia él, sonriendo.
Tenía Viktor 9 años cuando empezó la Primera Guerra Mundial (1914 a
1918), y comentaba que la familia había aprendido a sobrevivir y a saber lo que
era ser pobre.
En los años de escuela, Viktor estudia filosofía natural y se dedica a
la lectura de la Psicología Aplicada y crece su interés por el Psicoanálisis de
Sigmund Freud, e inicia una correspondencia con él siendo aún estudiante de
bachillerato. En la Revista Internacional de Psicoanálisis, Freud presentó el
trabajo científico de Frankl sobre "La mímica como afirmación y
negación". Pronuncia su primera conferencia sobre "El sentido de la
vida" en el grupo de estudios filosóficos de la Universidad Popular de
Viena.
En 1925, se distancia del Psicoanálisis y da un giro hacia la Psicología
Individual de Alfred Adler. Posteriormente, en 1927, Viktor
Frankl en compañía de Rudolf Allers y Oswald Schwarz el fundador de la medicina
psicosomática, toma distancia también en relación con Adler. Viktor se dedica
con entusiasmo a la lectura del libro de Max Scheler: "Formalismo ético y la ética no formal de los
valores".
Comienza a emplear el concepto "Análisis Existencial"
en su escrito: "Filosofía y Psicoterapia". En 1936, obtiene la
Especialidad en Neurología y Psiquiatría.
En 1938, las tropas de Hitler invaden Austria y en 1939 es nombrado jefe del
Departamento de Neurología del Hospital Rothschild de Viena. En los primeros
años de la guerra Viktor trató de obtener una Visa para trasladarse a los
Estados Unidos, sin embargo, la respuesta no se le dio hasta el año de 1941.
Esta nueva situación se presentó como una pregunta concreta en su vida que sólo
él podía responder. Por un lado, tendría un futuro muy probablemente pacífico y
desahogado en América donde podría ejercer su profesión; por el otro, estaba la
realidad determinada de su presente: Austria anexada a la Alemania nazi. Otro
elemento muy importante en esa decisión fueron sus padres ya ancianos. Su
hermano mayor Walter, había sido detenido con su cuñada Elsa y enviados a
Auschwitz; su hermana menor Stella había aceptado emigrar a México para
posteriormente radicar en Australia, donde murió en 1996.
El 17 de diciembre de 1941, Viktor contrae matrimonio con Tilly Grosser
en el registro civil de Leopoldstad, Viena. Meses después los nazis obligaron a
Tilly a abortar a su primer hijo.
En 1942,
él y sus padres fueron deportados a un campo de concentración cercano a Praga,
donde sobrevivió al Holocasuto, después de haber estado en 4 campos de
concentración nazis incluyendo el de Auschwitz , desde 1942 a 1945; no
ocurrió así con sus padres y otros familiares los cuales murieron en estos
campos.
A los 37
años de edad, en septiembre de 1942, el Dr. Viktor Frankl, es deportado al
campo de concentración de Theresienstadt junto con su esposa y sus padres. Su
padre muere en el campo y en octubre de
1944, Viktor es trasladado a Auschwitz con su esposa Tilly, quien muere en el
campo de concentración de Bergen-Belsen, después de la liberación de los
ingleses en agosto de 1945. Se desconoce la causa exacta de su muerte. Lo único
cierto es el plazo tardío, en el cual, la supervivencia y el regreso al hogar
ya hubieran sido teóricamente posibles; lo anterior, hace que su muerte sea
mucho más trágica. Se cree que debilitada en extremo por el hambre,
probablemente murió pisoteada por la multitud que se agolpaba contra la puerta
durante la liberación del campo de concentración.
La
liberación del campo de Turkheim por las tropas norteamericanas, llega el 27 de
abril de 1945. Frankl, regresa a Viena. Allí sufre sus pérdidas familiares,
reflexiona cómo escapó de la muerte y comienza a buscar un nuevo sentido: "el
para qué habrá quedado vivo".
Al terminar el año es nombrado jefe del Departamento
de Neurología del Hospital Policlínico de Viena. Debido a su sufrimiento
durante su vida en los campos de concentración y mientras estaba en ellos,
Frankl desarrolló un acercamiento revolucionario a la psicoterapia conocido
como logoterapia.
En el mes de noviembre de 1945, el Dr. Frankl reconstruye totalmente su
manuscrito de lo que fuera su primer libro y que le fue arrebatado al entrar al
campo de concentración; lo rehace con base en dos docenas de papelitos en los
que tomó notas taquigráficas, conteniendo el esquema general de su trabajo.
Este libro apareció con el nombre de: "Aerztliche
Seelsorge. Grundlagen der Logotherapie und Existenzanalyse". Su título
en español es: "Psicoanálisis y
Existencialismo". Víctor E. Frankl murió de un fallo cardíaco el 3 de
septiembre de 1997, dejando a su esposa, Eleonore y a una hija, la Doctora
Gabriele Frankl-Vesely.
Teoría.
La historia del Análisis Existencial y la Logoterapia está estrechamente
ligada a su fundador Viktor E. Frankl. A muy temprana edad hace consciencia de
la temporalidad de la vida y empieza a cuestionarse sobre su sentido: “¿Para qué
vivimos si un día tendremos que morir?” Esta pregunta lo acompaña en su
adolescencia y juventud donde ya se había sembrado -sin que él lo supiera- la
semilla de la Logoterapia.
Su vida y obra desarrollada en el contexto de la Segunda Guerra Mundial
son una secuencia de hechos encadenados en un testimonio incuestionable del
poder desafiante del espíritu humano. Gracias a las múltiples influencias que
había recibido de otras corrientes teóricas, creó un nuevo enfoque terapéutico
llamado "Logoterapia" (psicoterapia centrada en la búsqueda de
sentido), de la palabra griega logos, que significa estudio,
palabra, espíritu, Dios o significado, sentido, siendo ésta última la
acepción que Frankl tomó, aunque bien es cierto que las demás no se apartan
mucho de este sentido. Cuando comparamos a Frankl con Freud y Adler, podemos
decir que en los postulados esenciales de Freud, (éste consideraba que la
pulsión de placer era la raíz de toda motivación humana) y Adler (la voluntad
de poder), Frankl, en contraste, se inclinó por la voluntad de sentido.
La logoterapia se constituye por
tres principios básicos: "La voluntad de sentido", "El
sentido de la vida" y "La libertad de volición". Para
Frankl el ser humano es libre, posee la capacidad de elegir... "El ser humano se halla sometido a ciertas
condiciones biológicas, psicológicas y sociales, pero dependerá de cada
persona, el dejarse determinar por las circunstancias o enfrentarse a ellas".
Frankl también utiliza la palabra griega noös, (nus) que
significa mente o espíritu. Sugiere
que en psicología tradicional, nos centramos en la “psicodinámica” o la
búsqueda de las personas para reducir su monto de tensión. En vez de centrarnos
en eso; o más bien, además de lo anterior, debemos prestar atención a la noödinámica, la cual considera que la tensión es necesaria para la salud, al
menos cuando tiene que ver con el sentido. ¡A las personas les gusta sentir la
tensión que envuelve el esfuerzo de una meta valiosa que conseguir!
Concepto de Personalidad o Self
Para Frankl la personalidad no es una entidad estática sino autorrealizable,
en la medida en que se compromete con el cumplimiento del sentido de su
vida. El hombre es hijo de su pasado mas no su
esclavo y es padre de su porvenir.
En otros términos, para Frankl el self es el resultado de lo que el
hombre voluntaria y libremente, decide ser.
Desarrollo de la Personalidad o Self
El amor a sí mismo
es el punto de partida del crecimiento
de la persona que siente el valor de hacerse responsable de su propia
existencia.
Viktor Frankl
¿Existe un sentido de vida para todas
las edades o cada edad tiene su sentido propio? ¿Podemos decir que hay un “hilo
de sentido” que guía cada momento de la vida, o este sentido cambia?
La
división de la vida humana en fases o etapas es un tema discutible si se
concibe la existencia del hombre como un continuum, un transcurrir sin cortes
artificiales. Pero para responder a estas preguntas, debemos analizar el ciclo
de la vida, el proceso de crecimiento y las etapas o edades que va viviendo el
individuo al recorrer el camino de ir convirtiéndose en persona.
EL desarrollo de una persona se da en la
medida en que busca y comprende el sentido último de su existencia. Entonces,
¿cómo hallamos nuestro sentido? Frankl nos presenta tres grandes acercamientos:
A través de los valores experienciales,
o vivenciar algo o alguien que valoramos: Aquí se podrían incluir
las experiencias pico de Maslow y las experiencias estéticas como ver una buena
obra de arte o las maravillas naturales. Pero nuestro ejemplo más importante es
el de experimentar el valor de otra persona, a través del amor. A través de
nuestro amor, podemos inducir a nuestro amado a desarrollar un sentido, y así
lograr nuestro propio sentido.
La segunda forma de hallar nuestro sentido
es a través de valores creativos, es como “llevar a cabo un acto”, como
dice Frankl. Esta sería la idea existencial tradicional de proveerse a sí mismo
con sentido al llevar a cabo los propios
proyectos, o mejor dicho, a comprometerse con el proyecto de su propia
vida. Incluye, evidentemente, la creatividad en el arte, música, escritura,
invención y demás. También incluye la generatividad de la que Erikson habló: el
cuidado de las generaciones futuras.
La tercera vía de descubrir el sentido es
aquella de la que pocas personas además de Frankl suscriben: los valores
actitudinales. Estos incluyen tales virtudes como la compasión,
valentía y un buen sentido del humor, etc. Pero el ejemplo más famoso de Frankl
es el logro del sentido a través del sufrimiento. El autor nos brinda un
ejemplo de uno de sus pacientes: un doctor cuya esposa había muerto, se sentía
muy triste y desolado. Frankl le preguntó, “¿Si usted hubiera muerto antes que
ella, cómo habría sido para ella?. El doctor contestó que hubiera sido
extremadamente difícil para ella. Frankl puntualizó que al haber muerto ella
primero, se había evitado ese sufrimiento, pero ahora él tenía que pagar un
precio por sobrevivirle y llorarle. En otras palabras, la pena es el precio que
pagamos por amor. Para este doctor, esto dio sentido a su muerte y su dolor, lo
que le permitió luego lidiar con ello. Su sufrimiento dio un paso adelante: con un
sentido, el sufrimiento puede soportarse con la dignidad.
El
devenir de la existencia, según los distintos ciclos vitales, supone la
ansiedad normal que consiste en la renuncia a la seguridad inmediata a cambio
de metas más vastas, para concluir con la muerte como etapa final de este
continuo.
En nuestro crecimiento, nuestra tarea
fundamental consiste en desplazar la ansiedad de la forma neurótica a la
constructiva, es
decir, llevar a las personas, en las distintas etapas de la vida (niñez,
adolescencia, juventud, adultez, adultez
tardía, vejez) y frente a las diversas crisis existenciales, a identificar
aquello a lo que genuinamente le teme o le debería temer y adoptar las medidas
necesarias para superar la amenaza.
Justificamos,
asimismo, que “la edad adquiere un
sentido dinámicamente positivo como el avance hacia algo siempre original e
inédito: el “sentido” o “tarea” propio de cada etapa de la vida. Con ello
no queremos decir que el que más años ha vivido es siempre más persona ya que
en la realización del proyecto total en cuanto persona lo que importa es la
madurez entendida como plenitud integrada de cada etapa de la vida.
En la formación de la persona se pueden
distinguir tres tareas esenciales que se manifiestan de manera diferente en sus
distintas etapas:
Conocerse: refiere a la propia interioridad y supone
una tarea inacabable al intentar acceder a un dato cada vez más preciso y
profundo ante el interrogante existencial “¿quién soy?”
Ubicarse “en el mundo”: cubrir un espacio y asumir una
posición a partir del conocimiento realista de sí mismo.
Proyectarse: movilizarse en una línea directriz de vida
ante el interrogante “¿hacia dónde debo-quiero-espero y puedo llegar?”
Resiliencia
Es la capacidad
del ser humano de sobreponerse a sus dificultades y al mismo tiempo aprender de
sus errores. El interés por la resiliencia se ha canalizado
hacia las virtudes de los individuos que lograron derrotar a la adversidad.
Normalmente esta resiliencia se atribuyó a rasgos de personalidad y estrategias
de superación que posibilitan a un niño o adulto superar ciertas experiencias
vitales afligentes. Si bien se advierte cada vez más que la resiliencia es el
fruto de una interacción entre lo innato y lo adquirido, pocos han pensado que
la familia es una fuente potencial de resiliencia o sea un recurso.
Resiliencia aplicándola a la familia como sistema.
Este enfoque se funda en la convicción de que tanto
el crecimiento del individuo como el de la familia, pueden alcanzarse a través
de la colaboración ante la adversidad. Las investigaciones sobre
resiliencia familiar buscan indagar acerca de la resiliencia individual,
destacando la influencia decisiva de las relaciones y del apoyo social para
luego proponer una concepción sistemática de la resiliencia desplazando el foco
de los rasgos individuales a los procesos de interacción que deben ser
comprendidos en su contexto ecológico y evolutivo.
Características de la Resiliencia Personal
Introspección: Es el arte de preguntarse a sí
mismo y darse una respuesta honesta
Independencia: Se define como el saber fijar
límites entre uno y el medio problemático , la capacidad de mantener distancia
emocional y física sin caer en el aislamiento.
Capacidad de relacionarse: Habilidad para
establecer lazos e intimidad con otras personas, para balancear la propia
necesidad de afecto con la actitud de brindarse a otros.
Iniciativa: Significa el gusto de exigirse y
ponerse a prueba en tareas progresivamente más exigentes
Humor: Aprender a encontrar lo cómico en la
propia tragedia
Creatividad: Capacidad de crear, orden belleza, y
finalidad a partir del caos y el desorden.
Moralidad: O sea la consecuencia para extender el
deseo personal de bienestar a toda la humanidad y la capacidad de comprometerse
con valores. Este elemento ya es importante desde la infancia, pero sobre todo
al pasar los 10 años.
Autoestima consistente: Es la base de los demás
pilares y es el fruto del cuidado afectivo consecuente del niño o adolescente
por un adulto significativo.
Ética: Conciencia y compromiso con uno mismo y la
humanidad en la concreción de valores.
Sintetizando: La resiliencia es un llamado al
cambio: De la pobreza, la depresión, la autoestima deteriorada, la ausencia de
expectativas. No la construye el sujeto por sí solo sino que se da en un
contexto. La resiliencia es encontrar sentido de vida en cada circunstancia.
Preguntas acerca de la Naturaleza
Humana
"No
hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las
dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de
tener una tarea en la vida"
Nota: Este pensamiento lo escribió el Dr. Frankl en 1942 en el campo de
concentración de Theresienstadt. El estaba consciente de que tenía una tarea en
la vida; ¡él la eligió¡.
Rol del terapeuta.
La relación cliente-terapeuta se centra en el “encuentro personal” y en
una ética siempre respetuosa de los derechos del cliente.
La modificación de actitudes como
técnica logoterapéutica busca ampliar el
campo de visión y para ellos se apoya en una gran variedad de métodos: se apoya
en la visualización, en la fantasía guiada, en la confrontación, en la búsqueda
de alternativas significativas, de manera que se amplíe la consciencia de la
persona para poder hacer una elección más libre y responsable.
La meditación logoterapéutica, la visualización guiada, la metáfora como
herramienta de auto-descubrimiento y de identificación de elementos con un
contenido de significado, el logodiario como un registro que sensibiliza y responsabiliza
a la persona hacia una existencia más plena y la biblioterapia como recurso
terapéutico que orienta hacia el sentido.
Durante el diálogo existencial-analítico se identifican nuevas
posibilidades hacia el descubrimiento del sentido, metas, proyectos y tareas
significativas, aplicables a la experiencia concreta. Este diálogo se apoya en la Mayéutica, técnica
conocida también como diálogo socrático que guía hacia un cuestionamiento
profundo de lo significativo en el mundo del paciente, movilizando así la
voluntad de sentido.
La Logoterapia de grupo se da en la aplicación de la Terapia Familiar
centrada en el sentido donde se considera a la familia como una comunidad capaz
de aportar actitudes y conductas significativas para el beneficio y crecimiento
común. Se aplica también en los grupos de encuentro logoterapéutico.
Conceptos.
Vacío existencial. Si el sentido es lo que buscamos, el sin sentido es un agujero, un
hueco en tu vida, y en los momentos en que lo sientes, necesitas salir
corriendo a llenarlo. Frankl sugiere que uno de los signos más conspicuos de
vacío existencial en nuestra sociedad es el aburrimiento. Puntualiza en
cómo las personas con frecuencia, cuando al fin tienen tiempo de hacer lo que
quieren, parecen ¡no querer hacer nada! intentamos
llenar nuestros vacíos existenciales con “cosas” que aunque producen algo de
satisfacción, también esperamos que provean de una última gran satisfacción:
podemos intentar llenar nuestras vidas con placer, comiendo más allá de
nuestras necesidades, teniendo sexo promiscuo, dándonos “la gran vida”. O
podemos llenar nuestras vidas con el trabajo, con la conformidad, con la
convencionalidad. También podemos llenar nuestras vidas con ciertos “círculos
viciosos” neuróticos, tales como obsesiones con gérmenes y limpieza o con una
obsesión guiada por el miedo hacia un objeto fóbico. La cualidad que define a
estos círculos viciosos es que, no importa lo que hagamos, nunca será
suficiente.
La conciencia es lo que en el lenguaje de la
logoterapia llamamos “espíritu”, “dimensión noética”.
La conciencia es
el ser del hombre en el doble sentido del “quien”, o sea el sujeto: quién soy
yo y el “que”: lo que yo soy, mi esencia. Verme “desde la conciencia” es verme, simplemente, desde
mí mismo, descubrirme inmediatamente, es decir sin ninguna mediación, sin
interposiciones de ninguna naturaleza, revelarme como persona.
La felicidad: "Me preocupa mucho como rasgo de
este tiempo la degradación del concepto de felicidad. Todos los próceres por
más que cayeran en aspectos de inhumanidad, tenían un concepto de lo que se
llamaba honor. Asumían lo que hacían, responsabilizándose por la gloria o la
abominación de sus actos. Hoy tenemos una tendencia muy marcada a convertir la
felicidad nada más que en un estado de placer. Nos hemos olvidado de aquel
viejo concepto griego y judeocristiano que asociaba la felicidad a un proyecto
de vida y a la paz de la conciencia, una paz que se lograba con la certeza de
haber trabajado por ese proyecto. Por lo tanto, esa felicidad podía muy bien
convivir con el sufrimiento y aún con el rechazo colectivo, que suelen ser lo
contrario de lo que busca el placer".
Evaluación: Implicaciones para el crecimiento
personal
El Dr. Viktor Frankl no considera necesario
describir tanto, el espanto y el horror de la vida en el campo de
concentración, éstos permanecen más bien en un segundo plano. Su interés reside
en el hombre concreto y en cómo éste logra de hecho sobrellevar la opresión de
una situación tan extrema. El Dr. Frankl no culpa, no juzga ni acusa. Se queda
por completo dentro de los límites de la vivencia y de la superación de lo que
es insoportable. Revela y a la vez advierte de lo que el hombre es capaz, tanto
por las atrocidades que podemos infligirnos unos a otros como por el
sufrimiento firme e inquebrantable, por cómo podemos soportarlo y finalmente,
incluso, acabar con él. Su experiencia es un testimonio sobre la fuerza
del espíritu humano para afrontarse a sí mismo y a la vida, para poder
configurarla sobreponiéndose a una situación precisa.
En cualquier situación, no necesariamente en el campo de concentración, es
posible experimentar esta fuerza del espíritu para vivir por un sentido, asumir
su responsabilidad e instituir su libertad. Para Frankl, estas tres
capacidades son las características principales de la existencia.
El Dr. Frankl insistió en su apertura
a nuevas aportaciones siempre y cuando no se desviaran de lo medular de su
teoría. Estas aportaciones se han venido realizando alrededor del mundo, en su
natal Viena, en Alemania, Italia, México, Argentina, Uruguay, España, Japón,
etc.
La Logoterapia ha tenido una gran expansión
alrededor del mundo.
BIBLIOGRAFÍA
Frankl, V. 1983. Ante el vacío
existencial. Barcelona: Herder.
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V. 1987. El hombre doliente. Fundamentos antropológicos de la psicoterapia.
Barcelona: Herder.
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V. 1990. El hombre en busca de sentido. 11a ed. Barcelona: Herder.
• Frankl,
V. 1986. La idea psicológica del hombre. Madrid: Rialp.
• Frankl,
V. 1988. La presencia ignorada de Dios. Psicoterapia y religión. 7a ed.
Barcelona: Herder.
• Fabry,
J. B. 1984. La búsqueda de significado. La logoterapia aplicada a la vida.
México: Fondo de Cultura Económica.
•
Fizzoti, E. 1977. De Freud a Frankl. Interrogantes sobre el vacío existencial.
Pamplona: Ediciones EUNSA.